El ISSS detecta un abuso de medicinas – El Salvador


 

La automedicación, en lugar de sanar a una persona puede agravar sus condiciones de salud y llevarla hasta la muerte. Según un estudio realizado por el equipo de Salud Familiar del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) 75 de cada 100 familias visitadas durante un año tenían «un botiquín» de fármacos de esa institución en sus viviendas.

La indagación, que se realizó de marzo de 2006 a marzo del año pasado, en las zonas aledañas a las clínicas comunales, da pie para pensar que los derechohabientes están cometiendo un abuso de las medicinas que les prescriben y entregan en el Seguro Social.

«Hemos detectado, a través de nuestros equipos de las clínicas comunales, (que nuestros usuarios) guardan medicamentos en sus casas, además las recetan a otras personas o se las toman cuando creen que sienten algo, no cumpliendo las indicaciones prescritas», manifestó Baltazar Ágreda, técnico en normativa de fármacos del ISSS.

El funcionario añadió que el Departamento de Farmacoteparia del ISSS ha identificado que entre el 23 y 27 por ciento de los expedientes de los pacientes tienen policonsulta, es decir, que visitan varios centros para que les prescriban el mismo producto.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice, por su parte, que un 50 por ciento de la población mundial hace un uso inadecuado de los fármacos.

Guillermo Rodríguez Perdomo, técnico del Departamento de Farmacoterapia, indicó que «el uso de medicamentos requiere un cuidado, cuando un médico prescribe el fin es que cure la enfermedad bajo el criterio de eficaz y seguro con base a diagnóstico y el cumplimiento de las indicaciones. Si no toma la cantidad adecuada, no le hará efecto».

Ágreda también comentó que las consecuencias de no seguir las indicaciones médicas puede poner en riesgo la vida de las personas, por eso mismo envía un mensaje: «Los medicamentos vencidos no hacen efecto porque su vida (útil) ya terminó; por lo tanto hay que botarlos y no guardarlos».

Para contrarrestar estas prácticas erróneas detectadas en 72 mil familias visitadas durante un año por el equipo de Salud Familiar y en los expedientes clínicos de otros usuarios, el ISSS ha puesto en marcha una campaña sobre el buen uso de medicamentos.

Otro de los controles que realiza la institución desde el año pasado es la restricción de analgésicos y antiinflamatorios que recetan a los afiliados.

 

«Ha protestado mucha gente, sobre todo en las emergencias porque ya no se da la cantidad abiertamente», dice Ágreda. Añade que existen comités que velan porque se racionalicen estos productos, por ejemplo, en la emergencia de los hospitales, se prescriben medicinas pero para un tiempo limitado. 

 

El Salvador.com – Yamileth Cáceres
Jueves, 11 de Septiembre de 2008

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