Expectativa en Ecuador por derogación de patentes farmacéuticas

Nacion.comQuito (AFP). El anuncio del presidente Rafael Correa sobre la derogación de patentes de las farmacéuticas transnacionales genera expectativa en Ecuador, donde operan 177 de esas firmas, y plantea interrogantes sobre la viabilidad de la medida que se dictará por decreto.

“Todas las patentes se derogan”, dijo el mandatario, explicando que la norma -que había prometido expedir el pasado martes- obligará a las multinacionales a dar licencias para que “ciertos medicamentos se produzcan” en el país.

“No creemos en esos derechos de patentes o de propiedad intelectual del neoliberalismo que busca llenar los bolsillos de las transnacionales. Todas las medicinas que podamos producir y copiar las haremos en Ecuador”, lanzó recientemente Correa, para quien los medicamentos “no son una mercancía”.

El presidente adelantó que inicialmente se revocarán las franquicias de medicinas y luego las de agroquímicos, vitales para la “seguridad alimentaria”, y las de “toda clase de conocimiento” que se considere un “bien público” como el software.

“Eso bajará drásticamente el precio de muchos medicamentos. Seremos el país pionero en esta clase de políticas”, afirmó Correa, indicando que sólo se admitirán excepciones como las “medicinas cosméticas y no indispensables”.

En Ecuador operan 243 farmacéuticas, de las cuales 177 extranjeras que controlan el 78% de un negocio que mueve al año 720 millones de dólares, según cifras oficiales y de entidades privadas.

Las ventas de la industria nacional apenas representan 13% del total, lamenta el gobierno, que asegura que el precio promedio de un medicamento con competidores es de 3,85 dólares, frente a 46 dólares de uno sin competencia, excluyendo los oncológicos y antirretrovirales, mucho más costosos.

El presidente del Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI), Andrés Ycaza, explicó que la derogatoria se ampara en una normativa mundial que permite a un país sustituir patentes por licencias obligatorias, y anunció que “se establecerá una compensación para los titulares” de franquicias.

“Las transnacionales pueden apelar, pero estamos en la vía legal”, dijo Ycaza al diario El Comercio, precisando que en Ecuador existen 2.214 patentes de fármacos que serán analizadas de forma individual.

Según Ycaza, la figura ya fue aplicada en países como Zimbabue, Malasia, Indonesia, Tailandia, Brasil y Estados Unidos con resultados significativos en cuestión de precios.

Los anuncios del gobierno, sin embargo, abrieron un debate sobre su viabilidad.

Mientras el Ejecutivo asegura que la industria local sólo utiliza entre 35 y 40% de su capacidad instalada, empresarios del sector como Antonio Quezada sostienen que en la actualidad las compañías ecuatorianas sólo realizan mezcla y envasado.

“Sin desmerecer a la industria local, aún no desarrolla transformación química, por lo que se tendrán que importar los principios activos de ciertos fármacos. Será un proceso largo”, declaró Quezada a la prensa.

Renato Carló, directivo de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos -que agrupa a seis empresas- replica que el sector tiene “mucho por desarrollar” en beneficio de la población.

El presidente Correa, que renegocia parcialmente la deuda externa y los contratos petroleros y revocó concesiones mineras con capital extranjero, avizora que las patentes abren “otro campo de batalla” a su gobierno: “la enemistad de las grandes farmacéuticas”, lo que dice tenerle sin cuidado.

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