Bristol-Myers Squibb da un giro a sus negocios en Latinoamérica. La multinacional, que cuenta con una planta en Guayaquil, acordó entregar a la farmacéutica Merck los derechos de comercialización, venta y distribución de sus medicamentos en siete países, incluido Ecuador.

Con el acuerdo, el analgésico Tempra y otros 16 productos que se expenden en el mercado ecuatoriano con sus respectivas presentaciones pasarán a ser colocados a través de Merck, que para este año pretende tener ventas por 30 millones de dólares en el país.

Hugo Proaño, country mánager de Merck en Ecuador, sostiene que el convenio –con una duración preliminar de tres años– surge tras la decisión de Bristol-Myers Squibb de apuntar más a la biotecnología.

“Este acuerdo  permite enfocarnos más allá para convertirnos en un líder de la próxima generación de BioPharma, garantizando a los pacientes que continúen teniendo acceso a importantes medicamentos”, manifiesta  Dieter Weinand, presidente de Bristol-Myers Squibb para Latinoamérica y Canadá.

Del total del portafolio de productos que Bristol-Myers Squibb comercializa en territorio nacional, cerca del 70% los elabora en su planta local.

Merck, con 39 años en Ecuador, comercializa con su marca unos 40 productos. Con los medicamentos de Bristol pasará a distribuir 57.

El grupo de productos se divide en varias líneas: cardiometabólica, primary care, pediatría, ginecología, oncología, consumo, antibióticos, biotecnología.

A más de  Ecuador, los países cubiertos por este convenio (“in-license”) son Argentina, Chile, Colombia,  Panamá, Perú y Venezuela. Aunque Merck será el distribuidor exclusivo, Bristol-Myers Squibb continuará como  responsable de la fabricación de las medicinas.

Merck alemana es una de las compañías farmacéuticas más grandes de Latinoamérica, con ventas totales de más de  500 millones de dólares en esta región en el último año.